¿Qué puedo hacer?
Este post corresponde al artículo publicado en el Informe Especial ODITE “Educación en tiempos de Pandemia 2020” del autor Javier Tourón.
En este artículo, el autor nos acerca la idea de lo que es el aprendizaje personalizado, la necesidad del cambio y de su implantación, las características que lo definen o sus dimensiones.
Además, el autor añade información, lecturas y reflexiones para los lectores que deseen profundizar y ampliar sobre el tema y preguntas clave para los docentes que quieran ponerlo en práctica.
En las próximas líneas voy a tratar de esbozar algunas ideas, comúnmente aceptadas por los expertos, sobre qué sea el aprendizaje personalizado y la imperiosa necesidad de su implantación, a mi juicio, en cualquier sistema o institución educativa que merezca esa denominación. Adjuntaré información complementaria para los que quieran profundizar o ampliar lo que aquí serán solo unas pocas ideas que nos ayuden a centrar el tema.
En educación, el paso del tiempo y la palabra cambio parecen estar inexorablemente unidas, pero no siempre está claro qué cambiar o por qué o para qué hacerlo. Como señalé recientemente en el prólogo de la Guía de Competencias Digitales en Educación, "(...) un sistema educativo que no se adapta a las necesidades sociales no puede ser funcional y si no lo es, tampoco tendría mucho sentido hablar de eficacia o eficiencia para lograr objetivos o resultados que no son de utilidad para los destinatarios. (...) ya no es posible seguir considerando el aprender como un mero saber cosas que, por otra parte, pronto estarán desfasadas y carecerán de utilidad o significación para los que las hayan aprendido. (...) Ahora es preciso, entre otras muchas cosas, saber buscar la información, seleccionar lo que es relevante, evaluar la calidad de la misma, elaborar proyectos, plantear problemas, establecer vías para resolverlos, comunicar lo sabido o descubierto, trabajar en equipo, manejar los medios técnicos pertinentes, y, por decirlo con una expresión sintética: “aprender a pensar con hondura y creatividad, fomentar la capacidad crítica, desarrollar, en suma, hábitos intelectuales duraderos” (Tourón, 2021, p.6)
Sí, la naturaleza del aprendizaje ha cambiado, pero el rol del profesor y del alumno no tanto. Esta es una primera razón que exige un cambio. Un aprendizaje que ha cambiado en su naturaleza (siempre con matices, claro): del saber al saber hacer, aunque ambos se realimentan, por lo que quizá sea más claro decir que no podemos promover un aprendizaje que se centre, o tenga como único objetivo el "saber cosas" o "aprender lecciones". La pregunta que se nos debemos plantear es: ¿pueden los métodos expositivos, o una única metodología, basada principalmente en la acción del profesor, favorecer la adquisición de las competencias que se han denominado del siglo XXI? ¿Pueden fomentar ese entramado deacciones que supone el "saber hacer"? La pregunta, que es meramente retórica, tiene una respuesta evidente: no.
Se señala con acierto, a mi entender, que los alumnos deben formarse para resolver
problemas que aún no se han planteado, para profesiones que aún no existen y para desenvolverse con tecnologías que aún no se han inventado. Esto, ¿no impone un serio retopara el sistema educativo, los aprendices y sus profesores? (Cf. Tourón, 2017, prólogo).
Esto significa, entiendo yo, que no hay otra solución que abordar un enfoque de la escuela, que retorne al estudiante, al alumno, el protagonismo que por la naturaleza de las cosas solo a él le corresponde; el protagonismo quelos planteamientos didácticos expositivos y una evaluación del mero aprendizaje y no como aprendizaje, no pueden proporcionarle. Una escuela centrada en el aprendizaje y no en la enseñanza es una escuela, como se comprende, que transforma radicalmente los roles del profesor y del alumno. El primero pasará de expositor (aunque haya de exponer cuando convenga) a ayuda, guía y apoyo del que aprende; y el alumno, de sujeto paciente que escucha, anota, memoriza y repite (aunque esto haya de hacerlo en algún grado, cuando convenga, también) a sujeto agente, responsable de su aprendizaje. Protagonista precario, es decir, necesitado de ayudas, pero protagonista, al fin y al cabo.
Para seguir justificando la necesidad del aprendizaje personalizado, es preciso aceptar, además de lo señalado más arriba, otras tres premisas que serán cruciales para abordar el
cambio con sensatez y de manera lúcida:
Pues bien, una escuela o proceso educativo (instructivo si se quiere reducir a esta dimensión solamente) centrado en el enseñar, donde la acción recae preferentemente en el profesor, donde el alumno es un mero sujeto paciente, en el que la metodología es básicamente de corte expositivo y orientada por el docente y, además, igual para todos y con el mimo nivel de reto, profundidad y velocidad de desarrollo para la mayoría, no puede responder a la tesis central de estas páginas. A saber, que la escuela debe ser un lugar preferentemente de aprendizaje en la que el estudiante, alumno o aprendiz tiene que realizar una tarea radicalmente personal, en la que necesitarán ayudas, de acuerdo, pero personal, en cualquier caso, lo que le llevará a ser el único protagonista de su propio aprendizaje. Una escuela así se basa, tiene que basarse, en las características de cada aprendiz que, como he señalado, tiene facultades y necesidades diversas, pero un denominador común: el desarrollo óptimo del potencial que cada uno tenga.
Si esto es así, la educación, la instrucción, el aprendizaje no puede ser sino personalizado. ¿Qué significa esto? Veámoslo. El primer proponente en España de la educación personalizada, como es bien conocido, fue el profesor García-Hoz, cuyo pensamiento pedagógico de conjunto es probablemente el más sobresaliente del último sigo en nuestro país. Aunque en estas páginas nos centramos en el aprendizaje, parte importante de la educación, pero que en absoluto agota el concepto de educación, quizá merezca la pena destacar tres notas características de la educación personalizada:
El lector interesado en el concepto de educación personalizada puede consultar entre otros: García-Hoz, V. (1985). Educación personalizada. Madrid: Rialp. 8ª ed. O el Tratado de Educación personalizada dirigido por García Hoz.
Entiendo que el aprendizaje personalizado es una parte nuclear, pero no la única, de la educación personalizada y es la que, principalmente, ocupa la formación y desarrollo intelectual de las personas y, por ello, interpela directamente a los centros educativos. Una última precisión antes de seguir adelante: sin aprendizaje personalizado, toda educación personalizada es una mera ilusión o, peor aún, una trampa.
No podremos entrar a fondo, o mejor, con extensión en este asunto, pero voy a ofrecer unas líneas sobre algunas elementos que constituyen el entramado del aprendizaje personalizado. Podemos señalar que: «El aprendizaje personalizado es un enfoque pedagógico y didáctico que se adapta al ritmo, intereses, preferencias y necesidades del alumno. Los objetivos, el contenido, el ritmo y el método de instrucción pueden variar de un alumno a otro, poniéndose el foco en ayudarles a tener éxito en sus resultados académicos».
Este enfoque tiene lugar de acuerdo con cuatro grandes dimensiones: tiempo, itinerarios de aprendizaje, ritmo y lugar. Veamos, brevemente, que significan estas dimensiones.
Estas dimensiones son coincidentes en buena medida con el marco propuesto en el informe Continued Progress de la Fundación Bill & Melinda Gates que puede consultarse en la traducción incluida en mi blog (se incluye en la lista de entradas sugeridas). Se aportan una serie de preguntas que puede servir de reflexión a los profesores y a la comunidad educativa:
Omito otros detalles por razón de espacio. La definición de trabajo que ofrece esta fuente podríamos resumirla así: «El aprendizaje personalizado busca acelerar el aprendizaje del estudiante, adaptando el entorno — qué, cuándo, cómo y dónde aprenden los estudiantes— para acomodarse a las necesidades, destrezas e intereses de cada estudiante individual. Los estudiantes pueden tomar las riendas de su propio aprendizaje, al tiempo que desarrollan una conexión personal profunda con los demás estudiantes, susprofesores y otros adultos.»
Solo quiero añadir, para terminar, algunas ideas de las conexiones que sugiere el título del epígrafe.
No es posible extenderse más ahora. A modo de síntesis personal de lo señalado diría que: tenemos que ser capaces de construir, dentro de la escuela, carriles para vehículos de todas las velocidades, del mismo modo que tenemos carriles para alumnos más lentos (adaptaciones curriculares, profesores de apoyo, etc.). Los profesores tienen que recibir la formación adecuada para que sean capaces de adaptar estos cuatro parámetros: profundidad, complejidad, amplitud y velocidad, en planes tan individualizados como sea posible. Realizado esto de manera óptima, convertiríamos las escuelas en verdaderos entornos de aprendizaje,de desarrollo del talento.
REFERENCIAS
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Bernardo Carrasco, J. (coord.),
(2011). Educación personalizada:
principios, técnicas y recursos.
(Madrid, Síntesis-UNIR).350 pp.
Frost, D. & Worthen, M. (2017).
iNACOL Issue Brief: State Policy &
K-12 Competency-Based Education.
Recuperado de: http://www.aurora-institute.org/wpcontent/uploads/iNACOLIssueBrief-StatePolicyK12CBE.pdf
Jardón Giner, P.; Sancho-Álvarez, C.;
Grau Vidal, R (2014)
Metaevaluación del Concepto
“Educación Personalizada”:
Búsqueda y Análisis. Revista de
Investigación Educativa Conect@2,
4(9): 8-26. Recuperado de: https://www.uv.es/gem/gemeduco/publicaciones/Metaevaluaci%C3%B3n_del_concepto_Educaci%C3%B3n_personalizada_B%C3%BAsqueda_y_analisis.pdf
K-12 Education Team (2015).
Continued Progress: Promising
Evidence on Personalized Learning.
Bill & Melinda Gates Foundation.
Recuperado de: http://k12education.gatesfoundation.org/resource/continued-progresspromising-evidence-onpersonalized-learning/
López, López, E. (2006). El Mastery
Learning a la luz de la investigación.
Revista de Educación, 340. Mayo-Agosto 2006, pp. 625-665
Pérez Guerrero, J. y Ahedo Ruiz, J.
(2020). La educación personalizada
según García Hoz. Revista
Complutense de Educación, 31(2),
153-161. Recuperado de: https://revistas.ucm.es/index.php/RCED/article/view/61992
Tourón, J. (2021). Prólogo en García
San Martín, M. J.; Hidalgo, M. y
Márquez, A. Competencias digitales
en educación. Logroño, España:
UNIR, Escuela de profesores.
Recuperado de: https://www.javiertouron.es/competencias-digitales-eneducacion-un-marco-conceptual/
Tourón, J. (2017). Los retos de la
escuela actual: de la enseñanza al
aprendizaje. En Martín, R. y Calvillo,
A. (coords). The Flipped Learning.
Guía «gamificada» para novatos y
no tan novatos. Logroño: Editorial
UNIR.
Tourón, J. (2009). El
establecimiento de estándares de
rendimiento en los sistemas
educativos. Estudios Sobre
Educación, 16, 127-146.
Recuperado de: http://hdl.handle.net/10171/10104
ENLACES DE INTERÉS
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Para profundizar sugiero la lista de
contenidos de Pearltrees sobre
aprendizaje personalizado que he
preparado:
https://www.pearltrees.com/escuelaunir/aprendizajepersonalizado/id28566876
O esta otra (son en parte
redundantes) de Wakelet sobre un
nuevo modelo de escuela y
aprendizaje:
https://wakelet.com/wake/yo9du21LNoC6hPjZQ2mYd
Autores:
Editores: Ana Moreno , Josep Ramon Planas Garcia
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